¿No posee una cuenta?
Distribución del ingreso y la riqueza material
Chávez Molina, Eduardo y Pla, Jésica Lorena.
En La Argentina en el Siglo XXI Cómo somos, vivimos y convivimos en una sociedad desigualk. (Argentina): Siglo XXI.
Dirección estable:
https://www.aacademica.org/jesicalorenapla/116
Resumen
Pensar las clases sociales es pensar el modo en que los sujetos se conjugan en colectivos. Desde los albores de las ciencias sociales, los principales debates epistemológicos del campo se han situado en torno a los criterios de definición de las clases (Pla, 2013, 2016). En la Argentina, esta discusión nació de la mano del fundador de la sociología como ?campo científico? , Gino Germani, quien sostuvo conjugó una mirada relativamente estática acerca de la estructura de clases (Germani, 1987; Torrado, 19821994 , 2007), al tiempo que existía también con una mirada dinámica, enfocada desde a partir del estudio de la movilidad social y los procesos de estratificación social que la clase constituyen (Germani, 1987; Jorrat, 2000; Quartulli y Salvia, 2011; Dalle, 2016). Pero poco se ha estudiado sobre el modo en que esos fenómenos se relacionan con las diferentes esferas que aportan bienestar al hogar, ya sea en forma de ingresos monetarios o como riqueza material, entendiendo esta última, de manera sintética, como la posesión de bienes muebles e inmuebles (Pla, 2016)..En pos de avanzar en este sentido (Pla, 2016; Pla, Rodríguez de la Fuente, Sacco, 2015 ; Chávez Molina, 2013), y partiendo de una concepción epistemológica relacional de las clases sociales, indagaremos acerca de la ligazón entre la estructura de clases y el acceso a ingresos y bienes materiales por parte de los hogares de la Argentina entre 2014 y 2015. Para ello, contextualizaremos el período de análisis en el final de un ciclo político y económico expansivo, aunque no sin claroscuros (Kessler, 2011). Desde 2003, el escenario político institucional se caracterizó por un modelo económico centrado en el empleo, impulsado en sus comienzos por la devaluación del tipo de cambio ?que abarató los costes laborales y permitió el uso de la capacidad industrial instalada?, y luego por el incremento de la capacidad de arbitraje del Estado sobre la economía, tanto en la esfera económica como en la laboral, y en el campo de la seguridad social.
Texto completo