Tomando como punto de partida el Proyecto de Ley de Educación Común e Instrucción Primaria Media y Especial presentado en Argentina por el presidente Roberto M. Ortiz junto con el Ministro de Educación Jorge E. Coll en 1939, el interés de este trabajo está centrado en el análisis de dicho proyecto, como así también su articulación con otras fuentes documentales, algunas de ellas, hasta entonces escasamente exploradas por la historiografía educativa. A 86 años de sancionada la Constitución Nacional de 1853, en la cual se le confiere al Congreso Nacional la atribución de “dictar planes de instrucción general y universitaria (…)”, el proyecto de ley emanado del Poder Ejecutivo en el año 1939 puede ser entendido como un intento tendiente a responder dicho mandato constitucional, hasta el momento cumplido de manera parcial y no articulada sobre algunos niveles del sistema educativo. Sin embargo, el proyecto de ley no fue aprobado. En este sentido, si el trabajo propuesto tiene la particularidad de centrarse en un proyecto de ley que no logró franquear las puertas del recinto legislativo, el desafío consistió en indagar acerca del impacto histórico y en aportar datos que permitan caracterizar el contexto de producción en el cual fue elaborado. Partiendo de los aportes de la Estética Escolar desde donde se inscribe este trabajo, es posible considerar al proyecto de ley en cuestión como el intento más orgánico de modernización educativa durante el período del conservadurismo republicano. A través de los libros La Enseñanza Nacional y Régimen Federal de la Enseñanza se analizaron las posiciones políticos- pedagógicas de la Iglesia Católica y de Julio R. Barcos, respectivamente, permitiendo enriquecer el conocimiento acerca de los debates educativos de los años treinta en Argentina. En consonancia con la propuesta del panel, el abordaje de fuentes inéditas, en particular dos documentos escritos por María Elina R. B. de Demaría referidos explícitamente al proyecto de ley en cuestión, permitirán formular nuevas preguntas que abonen al campo de la historiografía educativa. En cuanto a la metodología, la propuesta se ha realizado mediante un proceso en espiral que, privilegiando las actividades de buceo en archivo, ha permitido combinar los momentos de obtención y análisis de la información, aportando nuevas lecturas en el devenir mismo de la investigación. Por último, es importante destacar que la construcción teórica del objeto ha sido efectuada considerando al mismo como una expresión de los procesos sociales y no como un ente exterior y preexistente a ellos (Puiggrós, 1990).