Los ámbitos privilegiados para la intervención pública de los expertos católicos formados en bioética son las comisiones parlamentarias de salud, donde pueden influenciar los fundamentos de la legislación en temas de inicio, reproducción y fin de la vida y los hospitales públicos, a través de la participación en comités de expertos. Este fenómeno que se presenta de manera dual y se inscribe en el marco de las relaciones de yuxtaposición y complementariedad entre lo religioso y lo político (Esquivel, 2009; Mallimaci, 2007). Por un lado, los agentes religiosos se forman en bioética y se integran voluntariamente en las comisiones de expertos y por el otro, desde el ámbito político se sancionan leyes que regulan el funcionamiento de los comités de bioética incluyendo a los agentes religiosos como miembros naturales de los mismos.