En la década de los 70, Gilles Deleuze y Félix Guattari describen una ciudad del futuro endonde cada sujeto puede moverse por su departamento, su barrio, su trabajo, sus bares ybibliotecas gracias a una tarjeta electrónica individual. Estas tarjetas no solamenteidentifican a los sujetos, sino que al mismo tiempo los sitúan y posicionan en lugaresespecíficos. Los autores llamaron a estas ciudades sociedades de control. Hoy, lossmartphones, los perfiles de Instagram y de Google no se alejan demasiado de esta fábulateórica. Geert Lovink realiza una lectura crítica acerca de la actualidad de las redes socialesy traza un panorama poco esperanzador. Los diez ensayos que componen esta obrarecorren un ambiente tecnológico que altera la realidad cotidiana de cada uno de nosotros.En Tristes por diseño…, podemos leer que los sujetos parecemos replicar, a partir de fotosde perfil, historias de Instagram y perfiles de Tinder o Grindr, un modo de vida signado porla artificialidad.