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Las modalidades de lectura y su relación con la naturaleza de la notación musical
Favio Shifres.
V Jornada de Desarrollo Auditivo en la Formación Musical Profesional. Laboratorio para el Estudio de la Experiencia Musical - Facultad de Bellas Artes - UNLP, La Plata, 2014.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/puga/vdZ
Resumen
La lectura como la entendemos hoy es un fenómeno relativamente reciente. Hasta el siglo XVIII la lectura silenciosa y extensiva prácticamente no existía. Las formas de lectura más comunes eran en voz alta e intensiva. Hasta el siglo XI, no se generalizó el espaciado entre las palabras por lo que la lectura en voz alta era prácticamente obligada. Es posible decir que esas particularidades del sistema de escritura lo caracterizan como una ontología orientada a la acción. Esta es una de las razones (tal vez la principal) por la cual no pocos teóricos afirman que la escritura es un sistema para representar el habla. A pesar de que la representación es incompleta (muchos aspectos del habla no logran ser representados y claramente somos concientes de esa deficiencia), somos capaces de reconstruir los hechos de habla con mucha precisión, dependiendo de información relevante que pueda brindar el contexto del texto. El sistema de notación musical es frecuentemente considerado con relación a la representación de la realidad sonora de la música, como es el sistema de escritura con relación al habla. De este modo, aunque sabemos que el sistema es imperfecto, consideramos que es intrínsecamente apto para representar el fenómeno musical en sí. Es entonces novedosa la consideración de la escritura como una ontología orientada a la reflexión, sin que necesariamente medie la acción. Es así como solemos relacionarnos con la escritura hoy en día. Cuando leemos nuestra atención está puesta en las ideas que los enunciados representan más que en las particularidades de esos enunciados. Es decir que a pesar de sentir que lo escrito está representando el habla, y de imaginar sus aspectos más relevantes, el foco está puesto más allá del plano fonológico del discurso. Partiturismo es el término que utilizan algunos musicólogos para referirse a una utilización similar de la notación musical. De acuerdo al partiturismo no solamente una partitura provee información acerca de conceptos e ideas que están contenidos en la música sino que además el lector debería ser capaz de centrar su atención en tales conceptos más allá de la reconstrucción del hecho musical. En este trabajo nos proponemos reflexionar sobre estos fundamentos para establecer un paralelismo entre escritura y notación musical. Esperamos desarticular estas argumentaciones mostrando que: (1) el modo en el que la notación musical representa a la música no puede paralelizar la relación entre escritura y habla, toda vez que la música es fonológicamente más compleja, y no cumple con el principio de linealidad que, se reconoce a partir de Saussure, caracteriza al habla; (2) a pesar del partiturismo, la partitura no deja de ser una ontología orientada a la acción, porque su poder representacional es menor y porque aun depende de modalidades de lectura que son características de esas ontologías (en voz alta e intensiva); (3) la cristalización de la notación musical llegó relativamente tarde, con relación a los avances tecnológicos que la hacen cada vez más innecesarias para cumplir con sus metas originales, de manera que se asume cada vez menos el esfuerzo de desarrollar la habilidad de lectura hasta poder superar esos modalidades de lectura; (4) esta es una de las razones por las que el partiturismo no adquiere en el campo de la música la relevancia necesaria para convertir a la partitura en una ontología orientada a la reflexión.
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