Los siguiente dos capítulos ostentan algunas características comunes que permiten diferenciarlos del resto. Ambos cuentan con una estructura común que hace pertinente una única introducción que los presente, al tiempo, que evita innecesarias repeticiones en cada uno de ellos. En efecto, como se detalló en la introducción de la tesis, ambos capítulos empíricos pueden ser vistos como complementarios, aunque por cuestiones de exposición, uno debe encontrarse primero que el otro. Admitiendo, aunque sin mayores fundamentos, que la educación como proceso social es más importante y cronológicamente se inicia con anterioridad a la inserción en el mercado de trabajo, se presentará primero el capítulo referido a la salida del sistema educativo y, luego, el que refiere a la entrada al mercado de trabajo. Esto hará que, en el segundo capítulo, al tener el mismo esqueleto formal que el primero, por momentos se vuelva algo repetitivo. Así, no será extraño que se encuentren oraciones y hasta párrafos similares sino también notas al pie del segundo que lleven al primero.1 Esto, si bien puede considerarse un indicador de escasa imaginación literaria, también puede ser interpretado como una consecuencia de respetar aquella característica de la tradición del análisis de clase, detallada en el capítulo 1, que trata de buscar, sistemáticamente, los efectos de clase en distintas dimensiones, más que alguna estrategia más emparentada con la tradición de la estratificación social. Cuando la primera estrategia se usa en una misma presentación escrita, se hace inevitable algún solapamiento entre la prosa de las distintas dimensiones. En este sentido, las líneas que siguen vienen a reducir esta sensación poniendo en formato de introducción aquellas secciones y objetivos comunes a ambos capítulos. La similar estructura discursiva de ellos puede resumirse en las siguientes secciones: 1) De la teoría a los datos 2) Análisis de los datos 3) Estableciendo el fenómeno 4) Especificando el análisis 5) Conclusiones