Este trabajo nace de la colaboración entre un cantautor y un profesor en diseño industrial especializado en marketing. A partir de algunas ideas el compositor propone una categoría para un grupo de canciones y juntos intentan descubrir de qué forma pueden inscribirse en el orden conceptual y de qué manera puede encontrar aplicación desde el diseño. Ninguno de los ponentes sabe con claridad a dónde los va a llevar este desafío pero perciben que será un camino enriquecedor. El artista compuso una serie de canciones y, a partir de la categorización ?Canciones Arlistán?, imaginó que ellas se entregarían en un frasco de café instantáneo a sus consumidores. En principio, el nombre de esta categoría artística, nace desde el autor de canciones como un reconocimiento personal, a partir las publicidades históricas e incluso por el aspecto sonoro agradable de la marca Arlistán. De igual modo, encuentra coherencia entre esta serie de canciones compuestas y el actual lema de la marca: ?tan rico, tan suave, tan Arlistán?. Por otro lado, el cantautor, pensó que la marca podría patrocinar las grabaciones de estas canciones en un estudio profesional. Pero la concreción de estas ideas no resulta fácil y el lado B de este sueño encuentra varios obstáculos en el camino. Arlistán es una marca que pertenece a la corporación alimentaria argentina Molinos Rio de la Plata S.A. que cuenta con cinco mil empleados y opera en siete países. A partir de esta situación el diseñador y especialista en marketing discute, propone ajustes y definiciones para llevar estas ideas del universo simbólico del artista a un plano más concreto de producción y consumo. Esta ponencia también se construye estratégicamente como una posible vía alternativa para alcanzar el sueño ya emprendido.