Durante el transcurso del siglo XXI se han manifestado cambios en la estructura de poder y orden mundial vigente que han sido consecuencia de grandes contradicciones sistémicas. En este contexto global los países del Norte replantean el lugar que ocupan los países del Sur en el Sistema de Cooperación Internacional para el Desarrollo y particularmente el rol que deben asumir los ?nuevos poderes? denominados "donantes emergentes". Estos países comparten una historia colonial que empuja a construir una "identidad Sur" y a profundizar la unión regional, a pesar de las asimetrías que conforman su alto nivel de heterogeneidad.