¿No posee una cuenta?
Formación de psicólogos para el siglo XXI: la práctica social como contexto de aprendizaje
Bassedas A., Basualdo M. E., Caramés D., Di Biasi S. y Erausquin C.
HOMINIS 2002. Hominis, La Habana, 2002.
Dirección estable:
https://www.aacademica.org/cristina.erausquin/652
Resumen
En el año 2000, se produce una Propuesta de Modificación del Plan de Estudios en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en lo que respecta a las Materias Electivas, Resolución C/D 500/00, por la cual se determina que habrá una materia de carácter obligatorio en el Ciclo de Formación Profesional, que se denominará Prácticas Profesionales y de Investigación. En ella se subsumen las Propuestas Pedagógicas conocidas como Pasantías de Areas Clínica, Comunitaria, Educacional, Trabajo, Justicia, y las Horas de Investigación. Todo estudiante de Psicología que ingrese a partir del 2001 tendrá que cursar una Práctica Profesional o de Investigación de 90 horas. La aprobación de estas Resoluciones por la Universidad de Buenos Aires configura un nuevo hecho curricular que resitúa su lugar en el Plan de Estudios y en la formación del psicólogo. Ello renueva la responsabilidad de comprender la especificidad del dispositivo pedagógico de las Prácticas y la necesidad de indagar en este espacio representaciones del rol del psicólogo, competencias y herramientas, mecanismos y procesos necesarios para producir modificaciones en el sentido de las demandas sociales. Como conclusión del estudio, se formula que existe una tensión entre la posibilidad de emergencia de la diversidad de perfiles y los obstáculos y limitaciones para su desarrollo. Como consecuencia, lo que se observa en los perfiles no clínicos, no es el obstáculo a su surgimiento, sino las limitaciones para el enriquecimiento de su desarrollo. Resulta dificultoso realizar recorridos diferentes: los estudiantes recortan problemas, plantean críticas a intervenciones dominantes, destacándose la dimensión ética, pero no siempre logran definir herramientas y estrategias en un sentido propositivo. Y en el Area Clínica, puede verificarse la posibilidad de profundización de la representación inicial, pero existe una oferta limitada para conocer distintos marcos teóricos y abordajes de patologías actuales. Aunque sea ése el perfil hegemónico, próximos al egreso, los estudiantes tienen fuertes dudas y la residencia o concurrencia aparecen como la ilusión de respuesta frente a la incertidumbre. La Práctica Profesional es un espacio que, como otros que la carrera habilita, posibilitan la emergencia de la diversidad. En el egreso, el rol parece más abierto que al inicio a diferentes modalidades de intervención, pero hay obstáculos en la autoatribución de competencias, en el dominio de herramientas y en la afirmación de la identidad profesional. En relación a los interrogantes del Marco Epistémico, ¿cómo se vinculan la representación del rol como imaginario social y la motivación personal en la carrera?, ¿cuál es causa y cuál efecto? Entre la representación social y la motivación personal hay una trama que condiciona la producción de recorridos, reflejando historias previas, no sólo individuales, sino también colectivas - y anticipando nuevas tramas entre sujetos y contextos, que se continuarán o discontinuarán -en individuos y colectivos- según una serie de complejas combinatorias impredecibles, heterogéneas, conflictivas, dinámicas y de final abierto.
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