En el marco del “Relevamiento nacional de condiciones de vida de la diversidad sexual y genérica” se realizaron entrevistas a referentes activistas dentro del territorio nacional con el objetivo de identificar y analizar las condiciones de vida de las personas que pertenecen al colectivo de la diversidad sexual y de género en la Argentina contemporánea. Les entrevistades en su transitar por espacios cotidianos, principalmente el laboral, están condicionados con su expresión de género y la visibilidad de su orientación sexual no normativa. Se desprende de las entrevistas que la incomodidad, el malestar e incluso el maltrato aumentan drásticamente a medida que les sujetes se alejan de la norma cis hetero sexual. “Poner el cuerpo”, como describe une entrevistade, pareciera ser el común denominador de los activismos de la diversidad sexogenérica, en otras palabras, la mera existencia y visibilidad como principal herramienta de lucha. Los cuerpos, los géneros y las sexualidades que subvierten la heteronorma y el cistema deben transitar y se vinculan en los espacios comunes de distintos modos y son leídos, según un esquema de inteligibilidad, bajo distintas estructuras normativas que dosifican las sanciones y opresiones. Por ejemplo, es diferente para un varon cis homosexual con expresiones leídas como masculinas y heterosexuales a un varon cis homosexual “marica”. Del mismo modo se diferencia a las mujeres lesbianas “femeninas” de las “machonas”, las feminidades trans o las masculinidades trans.