Entre el último período de la dictadura militar y el comienzo del gobierno democrático de Raúl Alfonsín, una serie de jóvenes tenistas ganaron espacio en los medios gráficos nacionales. “Representan una nueva generación”, dijo El Gráfico sobre ellos, pocos días después de comenzada la guerra de Malvinas, bajo el título de “La estudiantina del tenis”. Mientras otras juventudes se organizaron alrededor de los partidos políticos o del circuito under, estos deportistas competían y viajaban, siempre y cuando contaran con el apoyo de sus familias. En poco tiempo se hicieron habituales las coberturas de los torneos que disputaban, y ganaban, los integrantes de esta “legión argentina” en Estados Unidos, Francia o Japón. De ese grupo, la que más se destacó, y recibió mayor atención de la prensa, fue Gabriela Sabatini. Más allá de la cobertura deportiva, las revistas le dieron lugar a otro tipo de notas, que incluían sus looks, hábitos, los posibles romances. Por el lado de los varones, Guillermo Pérez Roldán también alcanzó altos puestos del ránking y posó en algunas producciones fotográficas como “canchero” o “fachero” y también recibió el apodo de Rocky, por el personaje boxeador. El objetivo de este trabajo es analizar las representaciones gráficas en revistas, diarios y publicidades de estos jóvenes para comprender en qué lugares fueron ubicados en relación al género, qué expectativas se depositaban sobre ellas y ellos y así acercarnos a los posibles cruces entre éxito individual y heteronormatividad en las figuras de estos cuerpos de élite.