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Chongos a la deriva
De Mauro Martin Adrían.
En Narrativas del descalabro gay en América Latina. (España): Egales.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pdgf/5S6
Resumen
Dos producciones culturales recientes en Latinoamérica, ponen el foco sobre el paisaje sexual de la noche para mostrar los itinerarios y movimientos de los cuerpos y los deseos. Ronda Nocturna (2005) de Edgardo Cozarisky y La Noche (2016) de Edgardo Castro, dos películas argentinas que retratan los personajes, climas y escenas de la vida subterránea de Buenos Aires, cada una de modos disímiles, exploran los mapas transformados de la ciudad neoliberal. En ambos materiales, la metrópolis no es narrada como estallido de la guerra, el enfrentamiento social o estados de violencia (propios de la razón estatal-neoliberal), sino que tiene lugar en un desamparo y abandono que se convierte en escenario de encuentros azarosos, pactos efímeros y uniones contingentes. Sobre este horizonte se despliega una imagen cargada de cuerpos y figuras ambivalentes -sus protagonistas son un taxi-boy que también es dealer y en segundo lugar, un chongo y una chica trans-. Entre una y otra película, en la distancia que separa uno y otro escenario, se produce un desplazamiento al interior del mecanismo de gobierno, desde la expansión neoliberal de la marginalidad y la exclusión hacia un nuevo modo de precarización de la vida que parte de lo sensitivo y afectivo. Así, en el film de Cozarinsky la deriva del taxi-boy se vuelve un modo de percibir y leer el mecanismo de expansión de la marginación y de la proliferación de cuerpos residuales en una ciudad marcada por el desamparo, la crisis social del 2001 y la desprotección. El escenario urbano de Ronda Noctura se revela como una verdadera zona de contigüidad y encuentros efímeros entre vidas y cuerpo abandonados: los taxis-boys, los maricas, los cuir, los indigentes, los desocupados, los viejos, los enfermos, los improductivos. En La noche las salidas nocturnas del chongo apuntan a una modalidad afectiva de lo precario, en tanto procedimiento y modo de producción que la misma película explora (planos confusos, desenfocados y empañados por momentos que producen un efecto de languidez), en cuanto dinámica de la sensación y el placer sexual del protagonista (hay sexo sin orgasmo, hay penes pero no erecciones, hay drogas y entusiasmo sexual pero no frustración) y por último como encuentro transitorio o posibilidad de lazo afectivo (entre el protagonista y una chica Trans se insinúa un nuevo pacto sexo-afectivo).
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