A comienzos de la década del ’70 la dictadura militar de Lanusse creó la Cámara Federal en lo Penal, la cual tenía competencia para el juzgamiento de “actividades subversivas”. Quienes integraron el autodenominado “fuero antisubversivo” –conocido también en los pasillos de tribunales, como el “Camarón”- provenían en su gran mayoría de la justicia de menores. A partir de la lectura de expedientes, de entrevistas a distintos actores judiciales así como del seguimiento de distintas “carreras judiciales” hemos podido observar que los juzgados de menores funcionaron como una usina proveedora de los hombres necesarios para ocupar puestos estratégicos en la estructura judicial. En este sentido, la constitución del “Camarón” representa un momento singular en la historia del poder judicial, ya que su conformación puso en evidencia importantes redes de alianzas y amistad, que habían formado un nicho en la justicia de menores. Así, el objetivo de este trabajo es indagar en la conformación de grupos al interior del Poder Judicial, en sus itinerarios y sus alianzas, teniendo en cuenta no sólo sus posicionamientos ideológicos sino también cómo la pertenencia de sus miembros a determinados fueros conforma particulares lógicas burocráticas. Esto así porque consideramos que la conformación de este tribunal puede ser tomada como un caso que nos permita analizar la red de relaciones al interior del mundo judicial, esto es como un mirador desde el cual observar la conformación de alianzas, la consolidación de linajes, los posicionamientos político-ideológicos y las continuidades y rupturas en la justicia.