El presente ensayo originalmente se publicó en 1977, con motivo del cincuenta aniversario de la muerte de Ricardo Flores Magón, y fue publicado en dos entregas del suplemento “México en la Cultura”, de la revista Siempre, que por entonces dirigía Carlos Monsiváis. Así que la narración fue escrita hace casi cuarenta años y está marcada por su circunstancia: por las certezas, dudas y tribulaciones de quienes en ese tiempo combatíamos al régimen canalla que con la masacre de Tlatelolco acabó de balconear su barbarie. La historia que sigue contiene dos historias: la de los retos que enfrentaban los magonistas antes y durante la revolución de 1910, y la de los desafíos que enfrentábamos los izquierdistas de los años sesenta y setenta del pasado siglo. La primera es explícita, la segunda hay que buscarla entre líneas, pero está ahí. Y si aplaudo la presente reedición es porque sigo encontrando inspiración política y personal en la saga de Ricardo y los suyos. Y también porque confío en que a cien años de distancia el magonismo puede seguir dialogando, ahora con los jóvenes libertarios del tercer milenio.