Aprender y enseñar en contextos complejos es, valga la redundancia, un libro complejo. Pero no en el sentido de que presenta una complejidad inabordable para su lectura, ni de que se trata de algún libro tan especializado que sólo quien posea el código o la jerga puede adentrarse en él. Es complejo en otros sentidos: nos enfrenta con la realidad de que situaciones cotidianas aparentemente inexplicables tienen una historia, una geografía y una antropología que debemos desentrañar. Este libro trata de un aspecto específico de la complejidad aparentemente inexplicable: sus relaciones, implícitas y explícitas, con la diversidad. Y desde el inicio nos alerta acerca de que en las escuelas se presentan síntomas, obstáculos y dificultades de situaciones extremadamente enmarañadas acerca de lo que aparece como “diverso” y para las que no puede haber explicaciones simplificadas ni recetas. El libro nos alerta, por lo mismo, acerca de que es en estas situaciones de aula, de lo cotidiano del entorno escolar y de las situaciones educativas, donde es posible crear nuevas tramas de acción. Y las propone desde la investigación como herramienta de cambio (Sagastizábal), desde el diálogo como enfoque para conocer y comprender (Perlo), desde la historia y la geografía en propuestas de aula superadoras (Pivetta) y desde los lenguajes combinados de las tecnologías para generar escenarios nuevos (San Martín).