Con mi tesis cuestiono el diseño como práctica moderna universalizada que sustenta exclusiones, mediante una revisión crítica de sus corrientes ontológicas y pluriversales cuya masificación amenaza la diferencia que defienden. Basado en mi experiencia de pasante doctoral en Nueva Zelanda, examino “trabajos de umbral”, en los que el diseño occidental encuentra “sus otros” (maorí, samoano, lakota y maya), y lo hago desde concepciones indígenas (Uywaña, Va, Mitakuye Oyasin, Whakapapa) para exponer prácticas alternas al diseño ocultas por la proyección disciplinar, y presentes en los “todos” (culturas, mundos, sociedades, universos) de diversos grupos humanos. Construyo la diseñorancia como estrategia para reconocer esas prácticas alternas al diseño que condenso en mi propuesta: los DISSOCONS. Como la travesía de un coyote por un sendero de semillas, mi obra es un viaje de huida del diseño único, del cual vuelvo ayudado por la arqueología y la antropología trayendo los aportes que elaboré por el camino: dipremas, equialtervalentes, policardinalidad, etc. Lo dispuse circularmente como un uruboro en cinco recuentos: el primero, justifica la decisión de viajar; en el segundo, con la apertura y el desprendimiento como des-marco teórico, reviso las opciones de viaje contempladas (desde los diseñares: ontológico, decolonial, indígena y autónomo); el tercero, metaforiza mi recorrido hacia la otredad con el ambimétodohilogías como respuesta desclasificada a las metodologías, elaborada con fibras decoloniales, indígenas y sureñas; el cuarto, cuenta mi experiencia en el destino y relata mis hallazgos y el quinto, presenta cómo me devuelvo. Al final propongo reformar la idea de mundificación y sugiero unos diseños relacionales desproyectualizados.