La pregunta que guía este artículo es: ¿qué problemáticas psicosociales son percibidas y manifestadas por adolescentes de una escuela secundaria de CABA en la pos-pandemia? La metodología de investigación para abordar esta pregunta es de corte cualitativo, ya que interesa estudiar las narrativas y discursos individuales y colectivos producidos por los grupos. La perspectiva de trabajo es la de la Investigación-Acción Participativa (Montero, 2012), ya que se apunta al carácter activo en la identificación y elaboración de las problemáticas vivenciadas. En este punto, cabe destacar el rol de los Centros de Estudiantes para la participación estudiantil (Otero, 2018). Dicha conducción participó en la demanda, la planificación y la implementación de las actividades, a partir de un caso de padecimiento mental severo en la institución. La dinámica implementada abarcó a cuatro divisiones de adolescentes de entre 13 y 15 años, con aproximadamente 100 participantes. Se propuso un abordaje bajo la lógica de taller, denominada “Fábrica de Memes”. De esta manera, se utilizó la figura del “meme” como una actividad lúdica y (re)creativa que permitió expresar de manera conjunta las afectaciones y vivencias de los grupos. La consigna consistió en completar y crear memes bajo las siguientes preguntas puntuales: ¿Qué es ser un adolescente hoy en día? ¿Qué nos interesa? ¿Qué nos preocupa? Algunos de los resultados co-construidos fueron: 1- Inquietudes estrictamente educativas en el salto y las exigencias de escuela primaria a escuela secundaria, como el cambio rotundo en el sistema de evaluaciones, los grupos sociales y la autogestión para el estudio en la nueva etapa; 2- Preocupaciones ligadas a la integración social y afectiva dentro de los grupos de referencia y emergencia de problemáticas de salud mental; 3- Falta de espacios de confianza para discutir y expresar emociones que les aquejan y brechas generacionales para la construcción de espacios de cuidado entre adultos y las adolescencias; 4- Inquietudes y afectaciones en lo que respecta al desarrollo de la sexualidad y la vinculación sexoafectiva en la adolescencia; y, 5- Preocupaciones vinculadas con la sociedad actual, como en los aspectos económicos, familiares y políticos, e incertidumbre acerca del futuro de sus trayectorias educativas y sobre las posibilidades profesionales más allá de la escuela secundaria. Estos resultados arrojan, por un lado, la interseccionalidad de problemáticas que se ponen en juego en la vida diaria y en las trayectorias educativas de estudiantes adolescentes. Por otra parte, invitan a reflexionar sobre los límites y alcances de la organización curricular de la escuela, así como de la distribución de los tiempos y espacios abocados al cuidado de la salud mental en la adolescencia. Finalmente, convocan a reflexionar acerca de los vínculos entre las personas adultas y las adolescencias; entre los grupos de convivencia intra-institucional de estudiantes; entre los propios adolescentes con otros pares y sus consumos culturales; y, entre las comunidades de docentes, educadores y familias que ejercen el cuidado y el acompañamiento en estas trayectorias. Estas primeras conclusiones conllevan, asimismo, a continuar las intervenciones alrededor de las posibilidades de ejercer el cuidado de la salud mental desde una perspectiva colectiva con estos grupos.