Las investigaciones basadas en encuestas enfrentan un conjunto de limitaciones vinculadas a la confiabilidad y consistencia de la información. En general, estos problemas están asociados a errores de medición que obligan a adoptar decisiones conservadoras o a aplicar ajustes o correcciones a los datos a partir de fuentes secundarias, no siempre adecuados. Los estudios sobre remuneraciones, pobreza y distribución del ingreso se ven particularmente afectados por este problema, debido sobre todo a la dificultad que presentan las encuestas de hogares para registrar en forma completa y confiable tanto los ingresos personales laborales como las distintas fuentes y montos de ingresos de los perceptores familiares. Este problema ha sido planteado en forma recurrente por los especialistas, a la vez que objeto de análisis por parte de diferentes programas y proyectos de investigación a cargos del desarrollo de dichas encuestas.