Este trabajo surge de nuestro recorrido por los estudios sobre patrimonio y turismo en sociedades mediatizadas y mercantilizadas como Córdoba (Argentina). Desde una perspectiva transdiciplinar reconocemos en la producción de significaciones visuales un lugar para observar cómo se ponen en juego mecanismos de regulación y gestión de las interacciones sociales y la sensibilidad. De allí nuestra pregunta inicial: ¿Qué implica producir conocimiento a partir de imágenes?, nos ha conducido a redefinir su valor epistémico a partir del despegue del tradicional lugar del registro visual como ilustración o testimonio para aproximarnos a su lectura como en la búsqueda de pistas históricas para la comprensión del presente, pero también como acercamiento a nuevos modos de mirar, un mirar que interpela, que desmonta aquello que se nos aparece como natural, que moviliza nuevos sentidos. Reflexionamos sobre los sentidos que se producen a partir de las imágenes de los territorios devenidos recurso patrimonial y turístico, a la vez que por aquello que hacen ver (y no) van orientando modos de percibir y vivir los territorios. Partimos de una selección de fotografías de una de las localidades del noreste provincial: Miramar de Ansenuza, reconocida por ser costera a la Laguna Mar Chiquita. El corpus fue obtenido del trabajo de campo (2019-2022), de medios gráficos y digitales locales y una postal (1945) de redes sociales. Intentamos comprender sus entretejidos e interconexiones al reconocer el encuadre ideológico y su historicidad ensayando una diferente composición que se nos presenta como dada, para observarla como extraña (sensu Didi – Huberman):desmontar y remontar imágenes, reconocer incógnitas que nos presenten, identificar la singularidad del acontecimiento, las contradicciones, las relaciones con otras materialidades, los saltos. En otras palabras, dar lugar a un proceso de desarticulación de un orden –desigual- propuesto e impuesto que, desde una perspectiva crítica posibilite restituir las al contexto de la experiencia y la memoria social. A partir de una categoría propia: imagen-patrimonio, identificamos en las imágenes del museo de sitio Gran Hotel Viena la construcción de miradores como “imagen enmarcada”, y en la conmemoración de las “voladuras controladas” para dinamitar las ruinas que dejó la inundación de 1978, un proceso de ordenamiento del recuerdo que opera selectivamente en la construcción de una Miramar turítstica despojada de conflictividad mediada por la visibilidad desigual de los actores territoriales.