En esta presentación se parte de considerar que, entrado el siglo XXI, pensar y repensar los procesos de desarrollo es una asignatura con plena vigencia para los países de la periferia. Desde ese lugar se considera que deben profundizarse las reflexiones sobre la materia partiendo de una serie de dimensiones multi-escalares: el margen de maniobra que permite la geopolítica de turno; las características estructurales de la economía; y las propias dinámicas de poder que existen entre los distintos actores sociales, traducidas en las políticas públicas. La crisis de hegemonía del sistema mundial ubica a la Argentina en una posición estratégica como espacio geo-económico para la provisión de materias primas de origen agropecuario. En ese sentido, el gran desafío de la Argentina será establecer estrategias de desarrollo viables que permitan articular alianzas inter-sectoriales con la capacidad de promover un cambio estructural de la matriz económica, en la que la incorporación de valor sea el eje central. En ese marco, como parte de las nuevas discusiones sobre el desarrollo emerge el concepto de “bio-industrialización” como un estilo de desarrollo probable y deseable. Pese a su relevancia estratégica, los sentidos y las aplicaciones de la bio-industrialización se encuentran en pleno proceso de construcción. El objetivo de esta presentación es el de identificar y caracterizar las principales posiciones y sentidos en torno del concepto de Bio-industrialización en la Argentina. En términos metodológicos se prevé la revisión de la literatura sobre la cuestión e identificar los distintos sentidos en las políticas públicas promovidas desde los organismos de gobierno.