La reflexión sobre lo humano puede plantearse, como hacían los autores medievales, sobre un perspectiva negativa, apofática: en este caso comprender lo in-humano, lo post-humano o trans-humano nos puede permitir colegir qué sería lo propio de nuestra especie y su destino. Y a la inversa, comprendiendo lo humano, podríamos tener un panorama más general que nos advierta de las particularidades que hoy se entraman en la condición actual del ser humano: su atravesamiento tecnológico, la virtualidad y la big data, las posibilidades nanotecnológicas, etc. y que vuelven un interrogante sobre el presente y el futuro no sólo del hombre, sino de la vida misma. Los planteos de Jean Baudrillard pueden resultar muy fecundo para abordar las diversas problemáticas presentes, en particular sus últimos textos, como el Intercambio imposible, El pacto de lucidez o Exiliados del diálogo.