Esta ponencia se propone repasar/repensar los aportes de tres autoras. María Lugones, Silvia Federici y Moira Pérez, quienes revisan las relaciones de dominación colonial, genérico/sexuales, étnicas y raciales, existentes y naturalizadas sobre las personas de las sociedades del sur global, desde una perspectiva descolonial, femininista y queer, analizando el colonialismo, la acumulación primitiva base del capitalismo y las intervenciones criticas actuales desde los movimientos queer o cuir. Las clasificaciones jerárquicas, están presentes en todos los aspectos de nuestras existencias, se imponen de modo tan “natural” que son muy difíciles de identificar como productos de la cultura humana. A su vez, nuestro pensamiento binario, nos obliga a vernos e incluirnos en pares opuestos, donde siempre hay un superior y un inferior. María Lugones (2008), insta a entender la profundidad y violencia del “sistema de género moderno/colonial”, dentro del cual la heterosexualidad ha sido duraderamente perversa, violenta y degradante, convirtiendo a la gente “no blanca” en animales y a las mujeres blancas en reproductoras de la “raza” blanca y de la “clase” burguesa”. A su vez, Silvia Federici (2004) señala que la acumulación primitiva base del capitalismo, no sólo fue una acumulación y concentración de trabajadores explotables y de capital, sino una acumulación de “diferencias y divisiones” dentro de la clase trabajadora, allí se crearon jerarquías con base en el género, en la raza y en la edad, que se hicieron constitutivas de la dominación de clase y la formación del proletariado moderno. Al introducirnos en la teoría queer, Moira Pérez (2016), señala sus aportes en la construcción de herramientas que permiten indagar acerca del sexo, el género y la opción sexual, y en particular ha dejado al descubierto, cómo estos se enlazan en un sistema binario y discreto. Un sistema con sólo dos categorías posibles que no se pueden solapar ni entremezclar, dando cuenta además que las categorías, sexo, raza y género son efecto del sexismo, racismo y heterosexismo y no a la inversa. Es así que concluimos que la norma produce un supuesto “correcto” para poder determinar quién/es quedan fuera, o más bien quién/es van a ser sojuzgadas/es/os. La idea de una sexualidad correcta, una identificación genérica correcta, una racialidad correcta, un sexo correcto, inserta a las personas en esa jerarquía. Así como los feminismos nos abrieron los ojos para cuestionar el modelo social patriarcal y las diversidades entre “las mujeres” y las interseccionalidades, dando cuenta que no hay una sola “mujer” y que las intersecciones no son sólo la suma de las partes, sino mucho más. Lugones nos invita a reflexionar sobre la cartografía del poder global desde el Sistema Moderno Colonial de Género. Federici a conocer lo intencional de la construcción de la diferencia en la transición al capitalismo y Pérez a través de la mirada cuir, a cuestionarnos quienes somos, que lugar ocupamos y como modificar el sistema.