En los últimos años se ha observado una constante propagación de información falsa que es difundida, principalmente, a través de las redes sociales. Dicha información, además de incidir en la toma de decisiones de la ciudadanía, suponen una serie de consecuencias directas para los estudiantes en las escuelas. Es cierto que todos nos encontramos dentro del ecosistema desinformativo según Wardle y Derakshan (2018) y debemos notar que las noticias falsas, no van parar. Constantemente nos enfrentamos a distintas fuentes de información que luchan por posicionarse como verdades. En esta línea es relevante preguntarnos por los niños y adolescentes, que en futuro tomarán decisiones para el desarrollo democrático de la sociedad. Debemos cuestionar ¿Cómo enfrentan los niños y adolescentes esta situación? Y más importante aún ¿Qué estamos haciendo desde las escuelas para ayudarlos? Para responder a estas preguntas es debemos recoger la idea de “Alfabetización mediática e informacional”, término propuesto por la UNESCO. El término se define como un conjunto de habilidades que permite al individuo comunicarse, expresarse, buscar, recibir e impartir información de ideas, mediante la evaluación crítica de los medios de comunicación fuentes de información. Si se desean ejercer y aprender plenamente las habilidades necesarias para obtener una alfabetización mediática satisfactoria es indispensable desarrollar a la par, el pensamiento crítico. Según Kellner y Share (2007) el desarrollo del pensamiento crítico dentro de las aulas es particularmente importante porque brinda la posibilidad de que los estudiantes y ciudadanos se empoderen y puedan leer de forma adecuada los mensajes de los medios, lo que les permitiría en el futuro ser participantes activos de la sociedad democrática. Una visión crítica de la alfabetización mediática implica reconocer que en el currículo educativo existe un discurso sobre la cultura de medios que modela la manera en la que los estudiantes comprenden la realidad, aunque no se diga de forma explícita Kellner y Share (2007). herramientas para fortalecer la alfabetización mediática, sino desde una fuerte crítica de la cultura mediática, expandiendo el análisis a todo el entorno mediático, pues el desarrollo de estas habilidades brindan la posibilidad de discernir, evaluar y criticar el contenido mediático. La ponencia es resultado de la elaboración de un artículo académico realizado para el Cuaderno Javeriano de Comunicación a publicarse próximamente que tiene como objetivo establecer la relación entre la desinformación mediática (a través de las noticias falsas) y la alfabetización mediática. Además, se de identificar las habilidades y necesidades para desarrollar una alfabetización mediática crítica. Y el cuestionamiento sobre las posibles formas para tender un puente entre el espacio formativo y el espacio informativo.