En el presente trabajo nos proponemos, enmarcadas en nuestra investigaciones doctorales y partiendo del campo de la comunicación/educación, pensar y problematizar cómo a partir del concepto de “contextualismo radical” de Restrepo (2012) podemos tomar al mismo como una herramienta metodológica. En este sentido, los contextos de producción en que se desarrollan nuestras investigaciones son determinantes, en tanto las tres estamos analizando el ingreso a la universidad y a la educación superior desde diferentes objetos empíricos. El acceso a la educación y la lectura y escritura como práctica sociocultural en los y las jóvenes ingresantes a las carreras de Ingeniería y Comunicación Social (Seré, 2017); las prácticas docentes en relación a la enseñanza de la lectura y la escritura de Comunicación Social y Ciencias Jurídicas (Stranges, 2018); y, la lectura y la escritura como práctica de inclusión en los estudiantes y las estudiantes de la Extensión Áulica ubicada en la unidad penitenciaria Nro 9 de la ciudad de La Plata (López, 2018). Las tres investigaciones analizan y problematizan las prácticas de lectura y escritura como estrategias y procesos de inclusión no solo educativa sino también social. Partimos de pensar a la educación como un derecho humano, y se encuentra íntimamente relacionado con nuestra posición no solo académica sino también política. Enmarcadas en los estudios culturales y de la comunicación, entendemos que, como bien lo expone Restrepo (2012), los estudios culturales proponen "un tipo de pensamiento relacional que argumenta que cualquier práctica, evento o representación existe en una red de relaciones, por lo que no es anterior ni puede existir independientemente de las relaciones que lo constituyen [...]. Esto supone tomar distancia de una noción de contexto como simple telón de fondo o el escenario donde sucede algo, para considerarlo como su condición de posibilidad" (p. 133). En este marco, este trabajo se propone abordar algunos interrogantes que surgen a partir de analizar el contexto metodológicamente. Entonces, ¿bajo qué categorías estudiamos el contexto? ¿con qué herramientas lo analizamos? ¿es posible de ser aplicada en todas las investigaciones sociales? ¿se pueden establecer continuidades en torno al contexto o la manera de mirarlo va a ser individual y particular en cada investigación? ¿qué características tiene que tener una investigación para utilizar como metodología al contexto? El desafío será, entonces, pensar la importancia que tiene el contexto en cada una de nuestras investigaciones y problematizar teórica y metodológicamente cómo abordar esta técnica de estudio.