“Hacer las prácticas”, como a veces se suele denominar a la materia Formación y Prácticas Docentes I, es un hito importante en la vida académica de lxs estudiantes, una bisagra entre los últimos recorridos de la trayectoria de la carrera y el inicio de la trayectoria profesional, entre formarse para unx mismo y estudiar para otrxs. Es que “hacer las prácticas”, a pesar de la insistencia en que el dictado de un número acotado de clases no es lo central en un trabajo mucho más complejo, significa prepararse para una escena nueva, una práctica, un trabajo incluso. De modo tal que el recorrido incluye aspectos relacionados con la vida en las escuelas, los diseños curriculares, los saberes; aspectos en los que a veces se revela necesario desmitificar ciertas ideas acerca de la dinámica escolar o ciertas representaciones acerca de quiénes son lxs jóvenes que tendrán como estudiantes, sus intereses (o sus desintereses). Lectura de registros de clases de Lengua, de Literatura, de Prácticas del lenguaje en aulas de las más diversas es un modo de construir conocimiento a partir de lo que emerge de la práctica a la vez que ir conociendo a unxs alumnxs “más reales”, unas escuelas más “concretas” y evitar generalizaciones, preconceptos… Pero lo cierto es que en nuestra experiencia, en los últimos tres años en la Cátedra Prácticas y Formación Docente 1 del Profesorado en Letras, la situación arriba descripta no es la única. Un alto porcentaje de alumnxs tiene horas frente a curso y, con distintos grados, una experiencia ya transitada al momento de cursar la materia. Son profesorxs. Son estudiantes. La representación extendida de que las prácticas son de iniciación, y que el conocimiento también lo es, convive con otra en la que la experiencia tiene lugar. “El suplente”, “el director de escuela”, “la reválida”, “mis horas”, con muchos años o “recién tomadas” ¿Quiénes son estxs profesores alumnxs? ¿Cuáles sus experiencias? ¿Qué propuestas diferenciadas fuimos armando en la dinámica de las prácticas? ¿Cuáles podemos pensar a partir de esta realidad? ¿Qué sentidos se van configurando para estas experiencias formativas? ¿Qué tensiones se establecen entre trabajo y formación? ¿Qué problemas de enseñanza de Lengua y Literatura plantean a nuestra materia de “prácticas” estas posiciones e identidades? Otras narrativas, otras reflexiones, otras intervenciones. Desde una perspectiva socioantropológica, procuraremos analizar sentidos asignados a estas experiencias y formular algunas categorías para sistematizar lo transitado y compartir proyecciones posibles. Trabajaremos a partir del análisis de registros, autobiografías y otras escrituras de lxs practicantes.