En la presente contribución se analizará el impacto de la disposición tarifaria en servicios energéticos en los procesos de estructuración social, en Argentina, a partir de la creciente desregularización en los últimos tres años. Dado que el alcance de la tarifa y los subsidios a la energía durante el periodo de los gobiernos anteriores al actual (Kirchner 2003-2007, Fernández 2007-2015) se caracterizaron por la pesificación y la fijación de precios; se presenta un desfasaje significativo teniendo en cuenta la importancia del acceso a una vivienda digna y fuentes de energía secundarias en el mundo contemporáneo. La energía como política ocupa un espacio central en la agenda pública de todos los países del mundo, que deben de enfrentar un escenario adverso en cuanto al mercado energético desde el fin de la era del combustible fósil barato. Por un lado, la cuestión técnica de la imperiosa necesidad de búsqueda de otras fuentes de energía. Por otro lado, la disposición tarifaria como medida socioeconómica se disloca ante la tensión que supone abogar por el desarrollo humano-social-ambiental al tiempo que, pueda ser redituable y competitiva según la lógica de mercado. Luego de la revisión de la literatura en política energética, pobreza y desarrollo social; se expondrá comparativamente como han subsidiado el consumo a la energía en otros países de la región y del mundo; a los efectos de entender el acceso a la energía como un derecho humano. Postura irreconciliable con la concepción de la energía como un bien escaso de mercado, sopesando que de hecho suelen articularse a modo de disyuntiva, las dos posturas. Asunto que se cristaliza en los marcos legislativos y economía política de los Estados.