A lo largo de las últimas décadas los complejos procesos socio-económicos y productivos, los cambios dentro del sistema educativo y los modos gubernamentales de control de la población han tenido y tienen un profundo impacto en nuestras sociedades. Desde esta perspectiva, el problema que aborda este trabajo refiere a las posibilidades teóricas y metodológicas del análisis de las políticas de escolarización en clave territorial. Clave que nos permite acercarnos a comprender las formas y los modos en cómo se presenta la escolarización y la desigualdad educativa. La escolarización de la población en sus orígenes tuvo límites espaciales y temporales claros dentro de la escuela. La escuela moderna separaba precisamente un adentro y un afuera, un interior y un exterior con el mundo social, económico y cultural de la población escolar. La flexibilización, la liberación, la adaptación, la incertidumbre y la auto-suficiencia parecen ser hoy el marco regulatorio del espacio/tiempo en la escuela. Lejos de disciplinar a la población, los nuevos marcos escolares de subjetivación parecen empujar a los sujetos a asumir el protagonismo responsable de sus propios cambios sociales, económicos y culturales. Las poblaciones potenciales a escolarizar y las escolarizadas, y el lugar en donde se encuentra la escuela con sus características socio-económicas y culturales han pasado a ser datos clave de las acciones de la escolarización. Todos estos datos que atraviesan a la escolarización se han transformado en la energía a modular y regular dentro del proceso mismo de escolarización. En este sentido, las relaciones entre la escuela, su lugar de emplazamiento y las dinámicas que la atraviesan, forman el todo de la población escolar objeto central de las políticas de escolarización. Las cuales, lejos de ser una actividad planificada al detalle y reglada con anterioridad, resultan ser una actividad de modulación y de regulación a las dinámicas de fuerzas o tensiones que la constituyen. Es en esta lógica de modulación y liberación de los fenómenos escolares, la desigualdad educativa no es mirada como efecto sino como un atributo potencial, junto con otros, de los riegos que puede traer consigo la escolarización. La desigualdad es pensada como dato relacional dentro de un conjunto de factores que se conjugan en la trama escolar, factores que necesitan ser aprendidos y para ello es necesario liberarlos en el medio escolar, naturalizados, al decir de Foucault (2007). El medio escolar naturalizado es en este sentido un espacio de libre circulación de las causas y de los efectos que son inherentes al fenómeno mismo de la escolarización. Es importante resaltar que estos cambios en el objeto y en las políticas de escolarización son efecto de un conjunto de modificaciones estructurales desde fines del siglo XX. Por un lado, a partir de modificaciones de los territorios urbano en donde se emplazan las escuelas, asociados a cambios socio-económicos y productivos; también a partir de la fragmentación del sistema educativo dentro del esquema de políticas neoliberal de los años 90 y finalmente a los cambios en las formas de control gubernamental asociados al auto-gerenciamiento de la vida