En esta presentación se analizan las variaciones que presenta la utilización de la comparación entre la práctica teatral de Antiguos con respecto a los Modernos a lo largo de la etapa áurea de la polémica sobre la licitud moral del teatro en España. Se distinguen dos fases: un primer momento, entre aproximadamente los años 1580 y 1645, en que el teatro de la Antigüedad Clásica es presentado como una referencia relevante por la mayor parte de los polemistas, tanto enemigos como reformadores y defensores del teatro público. En una segunda etapa, que se extiende desde el período comprendido entre los años 1646 y1651 hasta fines del Siglo de Oro, se producen dos fenómenos convergentes: por un lado, se simplifican las posiciones presentes en el debate, al asumir los apologistas de la actividad teatral pública los imperativos de “purificación moral” de los reformadores. Por otra parte, el antecedente clásico se resignifica y se equipara su relevancia al teatro de la época inmediatamente anterior, identificado con el momento de auge del teatro lopesco. De esta forma, esperamos mostrar cómo hacia el final del Siglo de Oro el desarrollo de la controversia ética exhibe tanto una persistencia del paradigma teatral clásico como horizonte de comprensión del teatro público, así como una incipiente consciencia de la relativa utilidad del legado de los Antiguos para comprender y abordar la práctica teatral de la España Temprano-moderna.