A partir de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2008) la legislación nacional ha avanzado en dirección a la ampliación de derechos, entre ellos, el de educarse en escuelas comunes. La investigación educativa ha puesto el foco en analizar las formas en la que se materializan los procesos de inclusión (Payá Rico, 2010; Donato y otros, 2014; Casal, 2018) y las barreras que lo impiden (Booth y Ainscow, 2000; Echeita, 2004). Si bien las barreras para la inclusión de estudiantes con discapacidad son múltiples y variadas (arquitectónicas, tecnológicas, simbólicas), otros estudios evidencian que son las barreras simbólicas –manifestadas en conceptos, actitudes y concreciones didácticas– las que resultan complejas de remover (López Melero, 2011; Escudero y Martínez, 2011). En este sentido, nuestro estudio se propone comprender los modos en los que instituciones y actores escolares resignifican normas y políticas para “traducirlas” y “actuarlas” en prácticas orientadas a la inclusión. Durante 2017 se realizó un trabajo exploratorio en un 7° grado de una escuela primaria común de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el que asistían tres niños con discapacidad: dos estudiantes ciegos y uno con discapacidad motora e intelectual. Asimismo, se realizaron entrevistas y observaciones en la escuela de educación especial donde concurrían en contraturno los estudiantes ciegos. Dicho trabajo tuvo el propósito de conocer las distintas estrategias institucionales adoptadas en las diferentes situaciones de inclusión de estudiantes con discapacidad. Con el objetivo de seguir la trayectoria de los tres alumnos, durante 2018 el trabajo de campo se llevó a cabo en una escuela secundaria de educación común donde asisten los estudiantes ciegos y en la Escuela Integral Interdisciplinaria (EII), dependiente de educación especial, donde concurre el estudiante con discapacidad motora e intelectual. La investigación sigue los lineamientos de estudio de caso para lo cual se realizó una indagación normativa y bibliográfica, se observaron y analizaron clases y recreos y se llevaron a cabo treinta y cinco entrevistas en profundidad a supervisores, directivos, docentes, estudiantes, equipo de orientación escolar y familias, lo cual posibilitó abordar la complejidad del entramado entre políticas, normativas y prácticas pedagógicas. El seguimiento de las trayectorias escolares permitió avanzar en la comprensión de la complejidad que reviste la cuestión de la inclusión educativa. Los análisis del pasaje de la escuela primaria a la escuela secundaria común de dos estudiantes ciegos, contribuyeron conceptualizar la enseñanza como eje estructurante a partir del cual se articulan las acciones de la escuela especial –a través de la maestra integradora- y los docentes del liceo. La comprensión de la experiencia escolar del adolescente con discapacidad motora y cognitiva en la EII, posibilitó problematizar la idea de la escuela “común” como único destino deseable para pensar la escolarización de estudiantes con discapacidad. En esta presentación se comunicarán los principales resultados del análisis de las trayectorias escolares de estos tres estudiantes con el propósito de dar a conocer las formas que puede asumir la educación inclusiva.