En los últimos años, cada vez más proyectos, objetos, programas, artefactos, obras, textos pertenecientes a la esfera artística poseen, en alguna o en todas las etapas del proceso productivo, algún componente transmedial. Prácticamente, no quedan actores del arte, de la cultura y la comunicación “que no estén pensando su producción en términos transmediáticos, desde la ficción hasta el documental, pasando por el periodismo, la publicidad y la comunicación política” (Scolari, 2014). El sistema de la literatura, por su parte, ha integrado a la transmedialidad como un elemento o proceso estético más. El relato, pero también una misma estética, retórica o temática, se extienden más allá de los márgenes del texto literario hacia otros medios, cada uno de los cuales no pierde su autonomía y especificidad. A su vez, en la transmedialidad también se articulan “modos de afectación recíproca y procesual entre medios, lenguajes y tecnologías”, los cuales desestabilizan fuertemente sus espacios de origen (Kozak, 2015): los textos literarios, que muchas veces funcionan como ventanas de inicio, resultan transformados en el proceso transmedial. En la siguiente ponencia, se analizará la conformación de un sistema transmedia (Ryan, 2013, 2014) y transficcional (Ryan, 2013; Saint-Gelais, 2005), en el marco de una serie de procesos de transcodificación, a través de un corpus de textos narrativos o tecnonarrativas (La muerte me da, La frontera más distante, El mal de la taiga, Las aventuras de la Increíblemente Pequeña) y textos poéticos o tecnopoéticas (La imaginación pública) de Cristina Rivera Garza. Se propone emplear las herramientas metodológicas de la narratología para dar cuenta de las posibilidades estéticas, de los modos de representación y de las tensiones que surgen en un sistema transmedia y transficcional.