Hace un tiempo estudio las prácticas de la clase alta argentina. En distintos trabajos analicé sus trayectorias educativas, las transformaciones en las relaciones de género al interior de sus grupos de parentesco, sus modos de ordenar y jerarquizar el mundo social, los efectos de estado que produce. A lo largo de esta experiencia aprendí que comprometerse con un abordaje etnográfico implica necesariamente asumir que, como dice Bourgois, para reunir “datos precisos” los etnógrafos violamos los cánones de la investigación positivista. La experiencia etnográfica implica no sólo un “estar allí” sino un estar-sentir-saber -ahí. En esta ponencia quiero explorar un compromiso con un abordaje que contemple las emociones y la sensibilidad que se construyen en la relación entre investigador y los sujetos de la investigación como productoras de conocimiento. A partir del análisis de los materiales fotográficos que produje en mi trabajo de campo con la clase alta argentina, me interesa reflexionar sobre la mirada que construyó ese registro. ¿Por qué saqué esas fotografías durante mi trabajo de campo? ¿Qué preguntas intentaba responder al construir esas imágenes? ¿Qué alteridades las disparaban y cuáles estaba construyendo? Intentaré un abordaje reflexivo de mi propio modo de mirar al registrar la incertidumbre generada por un territorio de indagación socialmente distante aunque geográficamente próximo. Me interesa explorar, en dichas fotografías, mi modo de observar y de contar la distancia social para hacer aflorar allí, en la cima de lo particular, las operaciones que realizamos para volver inteligibles lo desconocido que habita dentro de nuestras fronteras. A partir del análisis de las fotografías me interesa reconstruir las representaciones de quien observa y traduce procesos de identificación y de diferenciación en un espacio distante socialmente en términos de los sujetos desiguales que lo habitan en relación con sus posiciones en la estructura social. Este trabajo inicia un recorrido animado por una curiosidad por contemplar y documentar cómo lidiamos con la extrañeza de las evidencias del día a día. La ponencia tiene por objeto también iniciar una conversación con investigadores atentos a ensayar otras maneras de producir y difundir el conocimiento. En este sentido, el trabajo pretende formar parte de una discusión nueva para su autora pero indispensable para comprender la complejidad de la vida social.