Lic Julieta Romina Monastiriotis DNI: 27178884 Abstract Lenguas, Discursos y Territorios La visión de la Filosofía Positivista (basada en las posturas de Morgan del Siglo XIX), presento un modelo de pensamiento, que determino cual debía ser el punto de desarrollo cultural de los distintos pueblos. Este esquema plantea tres estadios, desde abajo hacia arriba: Salvajismo, Barbarie y Civilización, y estuvo determinado por una línea ascendente, en donde el Progreso fue el índice que marco el impulso para alcanzar la cúspide de este modelo evolutivo. Además, para pasar de un nivel a otro existían dos condiciones: el desarrollo de la “Alfarería” permitía el paso del Salvajismo a la Barbarie, y la Escritura era el punto fundamental para poder superar la Barbarie, y alcanzar la Civilización. Desde esta perspectiva, la Escritura implicaba Civilización, y esta última era sinónimo de Cultura; el Positivismo, por ende presentó a Europa como la única representante de la Civilización. Por esto último, desde esta mirada Eurocéntrica América fue ubicada en el estadio de la Barbarie, a pesar de haber desarrollado la escritura en el 900 a.c. Frente a estos hechos, en este trabajo me propongo responder a la siguiente incógnita ¿el lenguaje escrito, en el continente americano, construyo una cultura que resistió la llegada de una conquista, que nunca tuvo en cuenta las diversidades culturales?. Para este fin, analizaré los estudios de teóricos como Rodolfo Kush, Edward Spranger (análisis del concepto de Cultura), y Miguel León Portilla, Román Piña Chan, Paul Westheim, Mary Miller (perspectiva sobre Escritura Precolombina), Graciela Dragoski, Arturo Jauretche, León Dujovne (temática Resistencia Cultural, Conformación del estado Nación, desarrollo Binomio Civilización o Barbarie). Luego de examinar y estudiar los textos de estos especialistas, buscaré como resultados demostrar si la Escritura Precolombina fue un instrumento de resistencia, que permitió a los pueblos aferrarse a su cultura, y construir su identidad. Ante esta realidad, me posiciono en la visión de Rodolfo Kush que consideró que: “la cultura comprende una totalidad”, y de Edward Spranger (creador de la teoría de la personalidad) que destacó que: “toda cultura se arraiga en el seno de la naturaleza”, ya que el suelo en donde nacemos nos determina como personas. Territorio, Lenguaje y discursos, son los componentes de una ecuación en donde nosotros necesitamos vernos reflejados, construir nuestra realidad sobre la mirada de estos elementos. Dar respuesta a mi hipótesis es el objetivo de este trabajo, con el que busco profundizar una problemática que tuvo lugar antes y después de la conquista, y que nos ha marcado como sujetos poseedores de cultura. Esta es la única manera que nuestro “ser y estar” (según R. Kush componentes de la cultura) coincidirían, y posibilitaría revertir los que Arturo Jauretche definió como “colonización Pedagógica”, frente al binomio “Civilización y Barbarie” que fue utilizado como excusa para justificar la creación de estos estados nacionales americanos.