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El valor del arte, entre el museo y el mercado
Aldama, Catalina - Centro de Investigaciones Filosóficas - Investigadora Asociada.
1º Congreso Internacional de Ciencias Humanas - Humanidades entre pasado y futuro. Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín, Gral. San Martín, 2019.
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Resumen
Los autores que han intentado precisar las características de este fenómeno, desde las últimas décadas del siglo XX, han coincidido en su carácter bidimensional. Han encontrado que, el valor de las obras de arte se ha manifestado, a partir de la modernidad, a través de dos formas: por un lado, por medio del valor de mercado, lo cual da cuenta de la apreciación de las obras de arte como mercancías y, por otro, por medio del valor simbólico o valor artístico, que podría entenderse como el reconocimiento de una obra de arte en tanto Arte. Entendemos que, a pesar de que las dos manifestaciones del valor del arte se encuentran imbricadas, es decir, no es ajena la determinación de una respecto de la otra, se han construido como expresiones antitéticas, institucionalizándose en ámbitos de manifestación, en apariencia opuestos: por un lado, el mercado, en sus distintas formas (subasta, feria, galería), como el espacio en el que el arte atraviesa su momento mercantil, por el otro, el museo, la institución que se erige como garante del valor simbólico de una obra de arte. Podríamos decir que esta supuesta antinomia tiene sus orígenes en lo que Jean Marie Schaeffer (2012) ha dado a llamar teoría especulativa del arte, aquella teoría que, para el autor domina el entendimiento que se tiene del arte y cuyo sustento se encuentra en la creencia de que el arte es un saber extático que revela verdades trascendentes, que no se encuentran siquiera presentes en las demás actividades humanas. Partiendo de esta noción, si los museos han contribuido a instituir al arte como una práctica elevada, alejada de toda otra forma de producción social, el mercado ha aprovechado el mecanismo de lo que llamaremos “sacralización secular” del arte, con sus respectivas consecuencias en el precio del arte. El principal objetivo del presente trabajo es investigar esta supuesta oposición entre el mercado y el museo en torno a la construcción y manifestación del valor del arte, considerando los discursos que han contribuido a consolidar dicha antítesis y, al mismo tiempo, teniendo en cuenta los aspectos en los que se diferencian los dos ámbitos señalados. Estos son, en primer lugar, que el mercado es un ámbito de tránsito en el que se entablan relaciones sociales evanescentes a través de las mercancías, y el museo es una institución donde la premisa es guardar, cuidar y exhibir, lo que plantea una relación social de permanencia a través de los objetos de la colección. En segunda instancia, que el propósito de conservación que encarna el museo, contribuye a la función de “singularización cultural” que, en oposición a la mercantilización, separa del flujo de objetos aquellos que deben ser social y públicamente entendidos como “diferentes”. Por último, que, mientras en el mercado, el arte es mercancía y, por ende, como toda otra mercancía debe probar allí su valor social, en el museo, lo objetos ingresan a la colección para ser conservados para la humanidad, por lo que parecieran haber ya demostrado su valor social.
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