El siguiente trabajo buscará considerar si el existencialismo, en su vertiente sartreana (o incluso heideggeriana, si fuera posible llamar así a su pensamiento), puede aún aportar algo a la reflexión sobre lo humano, en su crítica relación con el humanismo. Para ello habrá que repensar primero la noción de existencialismo tal como fue acuñada por Jean-Paul Sartre en su famosa conferencia de 1945 a la luz de la influencia que el pensamiento heideggeriano tuvo sobre él y lo que el mismo Sartre fue planteando en textos anteriores y posteriores en los que muestra la esencia del para-sí como algo muy diferente de lo que el humanismo clásico concibió. A pesar de su formación cartesiana y luego fenomenológica, la nada que el para-sí es reformula de alguna manera la abisalidad esencial propia del Dasein heideggeriano, la existencia humana cuya esencia no es en verdad nada humano sino una instancia ontológica acontecial, que será pensada como la “verdad del ser” o Ereignis. Recuperando la discusión que surgió en aquella época con la publicación del célebre texto de Heidegger “Carta sobre el humanismo”, donde el pensador alemán critica la tradición metafísica occidental en tanto que oculta al hombre su esencia con una ideología inauténtica y degradante, veremos de qué manera podemos detectar en las contradicciones y polifonías de la obra sartreana trazos post-humanistas que pueden permitir hablar, en términos de Farrell Fox, de un “Sartre posmoderno”, deconstructor y precursor del pensamiento francés de la diferencia.