La reforma de la Escuela Secundaria de la provincia de Río Negro (ESRN), además de presentar otro modo de estructura y organización institucional, propone incorporar en el ciclo superior de la escuela media Talleres de Comunicación como espacios interdisciplinares y de articulación con otras áreas curriculares. De esta manera, la ESRN presenta diversas formas de estar y aprender en la escuela, con variedad en sus propuestas de enseñanza, donde el aprendizaje se produce en distintos espacios y tiempos, con diversos temas y abordajes construyendo nuevos sentidos. La ESRN, que se implementó en el año 2017 en 35 escuelas y luego en el 2018 en las 58 restantes, generó en la comunidad educativa sentimiento encontrados. Los nuevos espacios curriculares -como por ejemplo los Talleres de Comunicación- no fueron la excepción y provocaron en el cuerpo docente tanto resistencias como entusiasmo frente a estos cambios. ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la incorporación de la Comunicación en la escuela secundaria rionegrina? Desde la implementación de la ESRN, hasta la actualidad, la Dirección de Nivel Medio constituyó un equipo de profesionales, denominado curriculistas, cuya función es la de acompañar a los docentes de las distintas áreas de conocimiento en la implementación del nuevo diseño curricular. En este recorrido y a través de encuentros, talleres y documentos generados para facilitar este proceso, el equipo del área de Lengua y Literatura y Comunicación fue observando y sistematizando cuáles eran los facilitadores y obstaculizadores que se presentaban en la implementación de los talleres de Comunicación, fundamentalmente en la construcción y articulación de los saberes interdisciplinares. Este trabajo tiene como objetivo socializar la experiencia de la ESRN y reflexionar sobre los desafíos que afronta una política educativa que busca incorporar en la escuela secundaria Talleres Interdisciplinarios de Comunicación. Esos obstáculos tienen que ver con varias cuestiones: a las resistencias comunes que se pueden presentar ante cualquier cambio educativo, se suman particularmente problemas vinculados con las relaciones de poder entre dos campos disciplinares. Por un lado Lengua y Literatura, y por el otro, la Comunicación. Un espacio de negociación que no necesariamente implica el dominio de uno sobre otro, sino que puede enriquecerse, complementarse y articularse a partir del trabajo conjunto, donde se requiere un trabajo con los docentes que amplíen su conocimiento disciplinar, profundicen su formación y transformen su posicionamiento.