La perspectiva epistemológica crítica iniciada por Jorge Huergo (1997) desde la FPyCS UNLP que dio lugar a la cartografía de la comunicación/educación se sustenta sobre la comprensión hermenéutica que articula lo educativo con lo cultural desde las propias perspectivas de los sujetos y sus marcos contextuales. Dicha matriz epistemológica reconoce las transformaciones culturales desde las experiencias de los sujetos, recuperando la dimensión formativa de los espacios sociales, a los que categoriza como ámbitos socio-comunitarios (Huergo, 1997). Referentes como Paulo Freire, Saúl Taborda, o Simón Rodríguez con sus prácticas educativas transformadoras pusieron el ojo no solo en las instituciones educativas, sino que descentran el eje de la formación de sujetos dándole importancia a los espacios sociales en los que se mueven cotidianamente encontrando oportunidades emergentes. Esta recuperación histórica tiene un sentido dialéctico, mirando dichas experiencias desde un presente continuo que permite discutir el presente y proponer perspectivas de futuro (Artiguenave, 2017). En la articulación comunicación/educación/cultura las prácticas trazan trayectorias con los intereses y deseos de los sujetos donde se pone el énfasis en “esta voluntad de transformación, típica en el pensamiento latinoamericano al vincular la teoría y la práctica con la ética y la política” (Huergo, Fernández, 2000). Para ello resulta central prestar atención a las acciones estratégicas con voluntad de expresión, de reconocimiento e interpelación intersubjetiva y política-cultural. Estas interpelaciones provienen de los espacios de educación sistematizada, pero sobre todo de los ámbitos sociales donde los sujetos incorporan y producen saberes y modos de acción. En este desplazamiento los referentes formativos ya no serán solamente los educadores del sistema, sino también otros sujetos con los que se comparten acciones, así como también lo serán las mismas organizaciones, los espacios de ocio o de trabajo, los medios de comunicación. La concepción de campo educativo en un sentido más amplio aporta de ese modo a considerar las tensiones y prácticas que se producen más allá de los sistemas educativos (Buenfil Burgos, 1993). Esta perspectiva tuvo con Jorge Huergo un momento de fuerte incidencia en la conformación de políticas públicas educativas, que se sustanciaron en la reforma de la curricula para la formación docente de inicial y primaria de la provincia de Buenos Aires, ocurrida en 2007 luego de un proceso participativo con actores del sistema provincial. En este trabajo intentaremos explorar algunos sentidos y valoraciones sobre la dimensión formativa de los espacios sociocomunitarios de experiencias docentes en los campos de la extensión universitaria, programas de inclusión educativa y su relación con sus trayectorias en instituciones de formación docente.