El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación han impactado en todos los ámbitos produciendo una interacción constante entre tecnología y sociedad, dando lugar a escenarios que requieren nuevas demandas de los ciudadanos y nuevos retos a nivel educativo. A partir de los resultados de un estudio cuantitativo desarrollado en la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos aires (UNNOBA), observamos que las prácticas digitales cotidianas de los estudiantes no han sido llevadas al ámbito académico (Tarullo, Martino & Charne, 2018). El 90% de los estudiantes encuestados imprime o fotocopia los textos para leerlos en papel y cerca del 40% escribe en papel y luego lo transcribe en la computadora. Por otro lado, el 70% prefiere leer solo y un 56% prefiere escribir solo, lo que evidencia que los estudiantes no utilizan herramientas de interacción y colaboración en su práctica académica. Estos resultados nos llevaron a preguntarnos ¿por qué los estudiantes sostienen prácticas académicas analógicas? ¿qué rol juega el docente? ¿promueve el docente prácticas digitales? ¿cuál es el rol de la institución? ¿cuenta la universidad con una infraestructura que permita y facilite una práctica académica digital? Para dar respuesta a estos interrogantes se propuso un trabajo de investigación con un enfoque mixto. Inicialmente se realizaron entrevistas a alumnos de la universidad para profundizar e identificar posibles causas por las que los estudiantes sostienen prácticas analógicas. En las mismas los estudiantes manifestaron, entre otras cosas, que la plataforma LMS UNNOBA Virtual solo se utiliza como repositorio de archivos, y que los docentes solo ofrecen documentos y presentaciones digitales, no así material multimedia. Paralelamente se realizó un estudio mediante recopilación y análisis de datos secundarios respecto a la infraestructura tecnológica de la universidad y el uso de la plataforma LMS Unnoba Virtual. El mismo revela que la UNNOBA cuenta con una red de datos que se extiende geográficamente, llegando a cada espacio donde se desarrollan actividades académicas, de investigación o de extensión. Esta red permite el acceso de todos los actores universitarios tanto a Internet como a los sistemas y recursos que la misma universidad aloja en su datacenter. Además la universidad cuenta con aulas de videoconferencia, laboratorios de computadoras, y aulas tradicionales mayoritariamente equipadas con proyector. En cuanto al análisis de los datos respecto al uso de la plataforma LMS, se observa que si bien en los últimos tres años hay una marcada tendencia creciente en la creación de cursos vinculados a asignaturas de grado; el 46% utiliza el espacio como repositorio de archivos y un 19% incluye foros o material audiovisual. Finalmente se está trabajando en el diseño de una encuesta en línea a los docentes para conocer las competencias digitales de los mismos y el empleo de estas en su práctica docente. Esperamos a partir del análisis de dichas encuestas y la triangulación de estos datos con la información obtenida de las entrevistas a los alumnos, encontrar evidencias que nos permitan comprender por qué la universidad presenta aún prácticas pedagógicas del siglo pasado.