La convivencia escolar no confirma los efectos correlativos ni de retroalimentación del binomio pobreza-violencia, ni la desconfianza hacia “el otro”. Esta comunidad sí se encuentra afectada por condiciones de pobreza:, sin embargo en este contexto no es un factor desencadenante de violencia..Por lo tanto la violencia no es el eje estructurante de la comunidad ni de la escuela; tampoco es el articulador de sus formas comunicativas. En el contexto urbano los comportamientos violentos alcanzan un punto crítico, producto-, fenómeno característico de lo que se ha dado en llamar la “ciudad pánico”. Esta noción resulta interesante para comprender cómo el docente recién llegado del medio urbano, socializado en la ciudad encuentra violencia por todos lados, sin atisbar siquiera su implicación en la aproximación a dicho fenómeno. La violencia tiene más que ver con sus propias representaciones y prejuicios; con el desorden que produce “lo diferente” en las representaciones del docente. En la relación entre pares se observa que existe entre ellos un tejido vincular más próximo a un modelo de noviolencia, tal como lo pone en evidencia la profusión de actividades solidarias y una actitud no hostil sino más bien confiada entre ellos. Palabras clave Comportamientos Violentos Pares Rural ABSTRACT VIOLENT BEHAVIORS AMONG CHILDRENS IN RURAL AREA, OR SOLIDARY BEHAVIORS The school coexistence doesn’t confirm the correlative effects neither of feedback of the binomial poverty-violence, neither the distrust toward “the other one”. This community yes it is affected by conditions of poverty:, however in this context it is not a factor desencadenante of violence. therefore the violence is not the axis estructurante of the community neither of the school; neither it is the articulador in their talkative ways. In the urban context the violent behaviors reach a critical point, product -, characteristic phenomenon of what has been given in calling the “city panic.” This notion is interesting to understand how the educational one recently arrived of the urban means, socialized in the city he/she finds violence for all sides, without peeking at least its implication in the approach to this phenomenon. The violence has more than to do with its own representations and prejudices; with the disorder that takes place “the different thing” in the representations of the educational one. In the relationship among even is observed that a fabric exists among them to link next to a model of no-violence, just as it puts it in evidence the profusion of solidary activities and a non hostile attitude but rather confident among them. Key words Violent Behaviors Even Rural