El presente escrito es el resultado de un trabajo de reflexión sobre un hecho clínico actual cada vez más frecuente: la consulta por niños muy pequeños. Intenta pensar acerca de este fenómeno tomando dos recortes clínicos donde ciertos comportamientos son rápidamente nombrados (“inquietud” “dispersión” “agresividad”) y etiquetados, por los padres, la escuela, el pediatra. Este movimiento lleva a realizar una consulta, allí donde ciertas características dejan de ser rasgos para ser síntomas o cuanto menos problemas dignos de atención (DSM IV). Allí donde todo queda ubicado del lado del niño, cabe la pregunta por la respuesta de los otros que lo rodean, desde los padres a la institución escolar. Así como la pregunta y la reflexión por nuestra propia respuesta como analistas. Se intenta pensar como en la época actual lo que prima es el apuro, sin ningún tiempo para el alojamiento de un niño en particular. Los tiempos lógicos necesarios de la subjetivación resultan escandidos.Abrir un tiempo, detener el apremio y las sentencias, resulta difícil allí donde somos convocados como especialistas “psi” a corroborar o refutar dichos diagnósticos ya emitidos. Y donde esto muchas veces empalma con la angustia y el no saber -estructural- de algunos padres. Palabras clave Niños, Diagnóstico, Padres Abstract WORKING WITH PARENTS IN THE PRESENT TIME This paper is the result of an analysis of an increasingly recurrent clinical event: the office visit for young children. The paper looks at this phenomenon by taking two clinical cases in which parents, school authorities and the pediatrician name and put label to some of the children’s behaviors (as “anxiety” “distraction” “agression”). This occurrence leads to a psychological visit where certain features are no longer seen as traits but as symptoms or at least problems worthy of attention (DSM IV). Since everything is place as belonging to the child, questions regarding the child’s environment remain to be answered by parents, pediatricians and the educational institution. Also to be answered are our questions and responses as psychoanalysts. Being in a rush predominates in the present time and leaves no time to shelter a particular child. Thus, the necessary logical subjectivation time is omitted. Creating time, stoping the hurriedness and judjment can be difficult when we are called as “psi” specialists to corroborate or refute these allready emitted diagnosis. And also when this can sometimes overlap with parents’ anxiety and structural unawareness. Key words Children, Diagnosis, Parent