Dependiendo de la naturaleza y localización de la lesión, los pacientes con daño cerebral adquirido (DCA) pueden sufrir trastornos cognitivos exclusivamente, o éstos pueden presentarse en el contexto de déficits motores, sensoriales y emocionales, generando dependencia y discapacidad en el largo plazo. La información que los centros de salud ofrecen acerca del mismo resulta esencial para brindar una atención adecuada al paciente y su familia. Objetivo: Conocer la presencia de ideas erróneas en relación al DCA en trabajadores de la salud (TS) Métodos: Se empleó el cuestionario sobre ideas erróneas en DCA adaptado al español por Navarro-Main et. al, al que se agregaron cinco preguntas sobre secuelas cognitivas y conductuales Resultados: El cuestionario fue respondido por 200 trabajadores de la salud. La media de errores en las respuestas fue de 5,38, con una tasa de errores superior al 50% para las afirmaciones 2 y 15. Conclusión: La presencia de ideas erróneas en TS de distintas disciplinas se relaciona especialmente con el impacto de la memoria y las alteraciones cognitivas en la conducta. Aumentar el conocimiento del personal de salud respecto de los trastornos cognitivos secundarios a DCA resultará beneficioso para el abordaje de estos pacientes durante el proceso de rehabilitación. Palabras clave Secuelas cognitivas - Daño Cerebral Adquirido - Personal de sa- lud - Ideas erroneas ABSTRACT COGNITIVE AND BEHAVIORAL SEQUELS OF ACQUIRED BRAIN INJURY: MISCONCEPTIONS IN HEALTHCARE WORKERS Depending on the nature and location of the injury, patients with acquired brain injury (ABI) may suffer exclusively cognitive disorders, or they may be present in the context of motor, sensory and emotional deficits, generating dependency and disability in the long term. The information that health centers offer about it is essential to provide adequate care to the patient and their family. Objective: To acknowledge the presence of miconceptios about ABI in healthcare proffesionals (HP) Methods: The Navarro-Main et al. version of the misconception about ABI questionnaire was administered. Five questions about cognitive and behavioral sequelae were added. Results: The questionnaire was answered by 200 health workers. The mean error in the answers was 5.38, with an error rate greater than 50% for statements 2 and 15. Conclusion: The presence of erroneous ideas in HP from different disciplines is especially related to the impact of memory and cognitive alterations in behavior. Increasing the knowledge of health personnel regarding cognitive disorders secondary to ABI will be beneficial for the rehabilitation process of these patients. Keywords Cognitive sequels - Acquired Brain Injury - Healthcare proffe-