(ACTAS EN PRENSA) Los dispositivos de la domesticidad se encarnan en las mujeres de clase media con pretensiones de ascenso. Los varones juzgan o resisten. Las columnas femeninas y los manuales de conducta ya hacía varios años que estaban en circulación. La vida sexual empezaba a ser muy tematizada debido a la difusión temprana de Freud y de materiales de divulgación científica que tenían un alcance masivo. El divorcio, el sufragio y la vida doméstica eran temas de debate habituales a pesar de la escasez de derechos de las mujeres. Dentro de la ideología de la domesticidad a la que se integra el tópico del matrimonio, el lugar de enunciación está inevitablemente sexuado. Se es hombre o mujer, se es heterosexual, se es occidental, se es cristiano. Estas palabras, un tanto excesivas quizás, tratan de circunscribir el lugar desde el cual la domesticidad, habla, interpela y subjetiva.