Si se caracteriza como inviable una construcción biográfica de Jesús y si la conciencia de Jesús sobre sí mismo se superpone al proceso de investigación histórica y a los títulos mesiánicos o cristológicos, el artículo señala que la constitución identitaria de Jesús de Nazaret en la construcción teológica-la literatura evangélica contiene como elementos determinantes las figuras que involucran al filósofo, al visionario apocalíptico y al mago. Así, a partir de una exégesis histórico-crítica, el texto muestra que la idea de tales atributos en la figura del Mesías, que corresponde a “ungido” e incorpora el significado de “rey” en una construcción que se superpone, escapa al carácter mesiánico. -Concepción judía: al registro de la tradición sinóptica que involucra la vida de Jesús quien, manteniendo la condición de rabino o didaskalos (maestro), comprende la construcción identitaria de un escriba que, oponiéndose al mandamiento de las Sagradas Escrituras como teológico-religioso. La construcción de la tradición, la voluntad de Dios, establece un proceso de interpretación autoritativa que converge hacia la radicalización de la demanda y la proclamación de la voluntad ilimitada de Dios. Así, a partir de la orientación histórico-salvífica, el artículo se centra en la autoconciencia mesiánica de Jesús de Nazaret como Ebed Yahvé, en un proceso que trae el bautismo de Juan Bautista como un acontecimiento escatológico que implica la correlación entre “cordero de Dios” y Ebed Yahvé, destacando que Ebed Yahvé y el Mesías llevan, bajo la égida del judaísmo, la misión de restaurar la relación basada en la alianza establecida entre Yahvé y su pueblo, convergiendo en una construcción literario-teológica que abarca el reemplazo. y la alianza como aspectos determinantes en un movimiento que señala que Ebed Yahweh está formado por el propio berît.