Nos preguntamos cuáles son las respuestas al “problema drogas” desde el sector salud. En el marco de la ley 23.737 que sanciona penalmente la tenencia de drogas, independientemente de la cantidad y del propósito con que se tenga, se entrecruzan dos lógicas: la sanitaria, de cura y la punitiva, de control. Las medidas “curativas” que establece esta ley son ejecutadas por el sector salud que además atiende la demanda no judicializada. Los dispositivos de intervención que dan respuesta a este problema son muy heterogéneos, están mayormente basados en el paradigma abstencionista. Reproducen, transforman y confrontan de distintas formas las políticas estatales. En este campo de especialización en la temática, los operadores socioterapéuticos son un actor social relevante. El objetivo general del estudio es analizar las prácticas del uso de drogas, los problemas de salud asociados al consumo y los dispositivos de intervención sobre estos temas de los ámbitos sanitarios y comunitarios, en poblaciones urbanas pobres en el Área Metropolitana de Buenos Aires, durante el período 1994-2004, considerando la trama política y económica-social que afecta a estas poblaciones. En este trabajo en particular se pretende describir los dispositivos de intervención y las representaciones sociales acerca de los usuarios de drogas, desde la perspectiva de los operadores socioterapéuticos, así como sus relaciones con otros “especialistas”. El estudio es de tipo descriptivo y cualitativo. Se presentan resultados preliminares a partir del análisis de 15 entrevistas abiertas con guía de pautas a operadores socioterapéuticos involucrados en diferentes dispositivos de intervención; y tres entrevistas a informantes clave. La muestra fue no probabilística e intencional. Se incluyó a mayores de 18 años que trabajaran en organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que atendiesen población pobre del Área Metropolitana de Buenos Aires. Se trianguló la información con datos secundarios producidos por las instituciones acerca de las funciones de los operadores socioterapéuticos y de las características de los dispositivos de intervención. La diversificación del campo produce disputas por la incumbencia de la atención y plantea complejos conflictos alrededor de los procesos de medicalización y de profesionalización, las representaciones sociales del usuario de drogas, las estrategias de monopolio ocupacional, la búsqueda de autonomía técnica y las relaciones de hegemonía-subalternidad entre los “especialistas” y entre las instituciones y corporaciones que los representan y agrupan. A nivel de los dispositivos de intervención, se observa gran heterogeneidad que reproduce la fragmentación del sistema de salud en Argentina y la heterogeneidad institucional propia del campo de la salud mental. Al mismo tiempo, subsisten respuestas históricas dadas a los problemas de salud mental basadas en el aislamiento, el encierro y la reeducación.