El mercado del libro y la edición está fuertemente atravesado por una dicotomía de difícil resolución que trae enormes problemas al mundo de la cultura en general, y al de la publicación de libros en particular: por un lado, grandes grupos editoriales tienden a monopolizar internacionalmente el negocio de la edición con una lógica mercantil, orientada al consumo de masas y a la demanda inmediata y fugaz de contenidos; por otro, las editoriales independientes, autogestivas y cooperativas que apuestan por un catálogo selecto y orientado a promover autores y trabajos de alto valor simbólico, no necesariamente regidos por la máxima rentabilidad. En esa tensión entre dos concepciones radicalmente opuestas del objeto libro –uno como mercancía y otro como objeto de gran valor cultural y simbólico- se pone en juego la “bibliodiversidad”, es decir, la diversidad de producciones editoriales independientes puestas al servicio de los lectores, garantizando con ello la pluralidad y la difusión de ideas. Lamentablemente, la prolongada crisis económica ha puesto en jaque el débil equilibrio entre estos dos sectores y ha dejado a la edición independiente en una situación de extrema fragilidad en la que se ha vuelto vital el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y la búsqueda de estrategias de promoción y creación de un público lector ávido de novedades culturales que garantice la supervivencia y expansión del sector. Retratar la situación actual del mercado del libro y reflexionar sobre estas nuevas prácticas en el mundo de la edición independiente es el objetivo final de este trabajo.