El término gesto ha sido definido tradicionalmente como todo aquel movimiento del rostro, de las manos o de otras partes del cuerpo con que se expresan diversos afectos del ánimo (Diccionario de la Real Academia Española 2001). En este sentido, el estudio de los gestos ha estado generalmente vinculado a su función en la comunicación interpersonal (v.g. Ekman y Friesen 1969; McNeill 1992; Poyatos 1994). Sin embargo, el avance del estudio del rol del cuerpo en los procesos de significación de la experiencia humana, ha propiciado el surgimiento de múltiples definiciones y clasificaciones de gestos, de acuerdo a los intereses propios de cada ámbito disciplinar (Cadoz y Wanderley 2000). Los estudios en cognición musical corporeizada parten de la idea de que existen vínculos entre los rasgos de la música, y el modo en que ésta es experimentada por el sujeto a través de su mente y su cuerpo como un todo indivisible. En este sentido, se ha observado que las personas realizan gestos para facilitar la comprensión de distintos aspectos de sus experiencias. En un estudio previo se observó que los estudiantes de música despliegan diferentes movimientos corporales cuando realizan lecturas cantadas a primera vista. En aquel estudio se encontró que algunos de los gestos se vinculaban directamente a ciertas características de la melodía leída. Estos gestos podrían estar formando parte de las representaciones en las que se basa la lectura musical a primera vista, y de esta manera, podrían favorecer el desempeño de los estudiantes en este tipo de tareas. Estudiar el rol del movimiento corporal libre y pautado en el desempeño de los estudiantes de música en la resolución de tareas de lectura cantada a primera vista. En este sentido, se pretende observar si la realización de movimientos vinculados temporal y morfológicamente a aspectos musicales mejora el desempeño de los estudiantes. Participaron del experimento 8 estudiantes de música que cursan el 2do nivel de Educación Auditiva. La tarea consistió en leer a primera vista cuatro melodías de similares características, que fueron cuidadosamente elaboradas para este experimento. Los sujetos disponían de unos segundos para “acomodarse” en la tonalidad, y luego debían leerlas cantando dos veces seguidas completas. Cada una de las lecturas debía ser cantada en una condición diferente: (i) movimiento libre; (ii) sin movimiento; (iii) realizando únicamente movimientos que reflejen el contorno melódico; y (iv) realizando únicamente movimientos vinculados a la estructura métrica. Los sujetos recibían la consigna de la condición antes de tomar contacto con la melodía. Tanto el orden de las condiciones como el de las lecturas fue aleatorio para todos los sujetos. Luego de las dos ejecuciones de cada melodía los sujetos debían responder algunas preguntas vinculadas a su propia evaluación de las melodías en cuanto al grado de dificultad, y a su desempeño en la lectura. Los resultados están siendo analizados y serán presentados en detalle durante el congreso. El análisis de los resultados consiste en observar el vínculo entre el tipo de movimiento realizado de acuerdo a cada una de las condiciones y el desempeño de los estudiantes en diferentes aspectos musicales. Para tal fin, se definió un sistema de evaluación para las ejecuciones tomando como indicadores del desempeño: la afinación, la continuidad, la sustitución diatónica y la sustitución cromática de alturas. A la luz de los resultados se discute el rol del movimiento corporal en la resolución de tareas de lectura cantada a primera vista, y su incidencia en el desempeño de los estudiantes en tareas de este tipo. Asimismo, se discute la función de ciertos gestos vinculados a las características de la melodía como facilitadores de su comprensión. A partir de allí, se sustenta la idea de que los docentes incluyan estrategias didácticas que estimulen la utilización del movimiento corporal para la educación musical, como un modo de favorecer el desempeño de sus estudiantes en tareas de lectura cantada a primera vista.