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La estructura social del trabajo en Argentina en el cambio de siglo: cuando lo nuevo no termina de nacer
Salvia, Agustín y Gutierrez Ageitos, Pablo.
Revista Papeles de población, vol. -, núm. -, 2013, pp. 163-200.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pnKz/tAv
Resumen
Si bien las políticas económico-institucionales han sido y continúan siendo factores claves intervinientes en los procesos que se describen, no cabe confundir los modos de instrumentación con las condiciones estructurales que las hacen necesarias y que, incluso, pueden hacerlas inocuas o alterar sus resultados esperados. Es por ello que, sin desconocer la existencia del mencionado vínculo, se argumenta en este trabajo una tesis alternativa según la cual la demanda de empleo y sus efectos sobre la desigualdad social no constituyen una función directa de las políticas macroeconómico-institucionales, sino que sobre estas manifestaciones operan factores estructurales que remiten al régimen dominante de acumulación y al modo en que los agentes ajustan y despliegan sus estrategias, condicionados por factores independientes de su voluntad. La representación general del problema que propone esta tesis es que el cambio de reglas no resulta suficiente para alterar el renovado carácter heterogéneo, dual y combinado que presenta la dinámica de acumulación en la actual fase de globalización. Si bien no hemos estado solos en el esfuerzo de hacer empíricamente evidente esta situación (CENDA, 2005; Féliz y Pérez, 2005; Lavopa, 2005), un aspecto distintivo de nuestros trabajos es sostener que la mencionada matriz se apoya en un régimen social de acumulación (Gordon, Edwards y Reich, 1986) altamente concentrado, cada vez más globalizado, en buena medida responsable de la heterogeneidad estructural , que afecta al funcionamiento de los mercados de trabajo y la emergencia de una superpoblación relativa ?no necesaria? para la reproducción de dicho régimen. En esta ocasión, el eje de este trabajo es evaluar el comportamiento que ha presentado la estructura social del empleo, ampliando la ventana de estudio a la comparación de dos fases particulares del proceso económico-ocupacional de los últimos años: a) en primer lugar, los tres años que transcurren entre un momento de auge del llamado modelo ?neoliberal? de convertibilidad y la situación de crisis en que entró dicho modelo antes de su dramático final (1998-2001); y, b) en segundo lugar, los tres años que siguen a la salida de la crisis generada por la devaluación de la moneda (2003-2006), etapa de fuerte crecimiento económico que denominaremos a los fines expositivos como modelo ?neo-desarrollista? con tipo de cambio alto. El supuesto teórico que se pone a prueba es que la heterogeneidad estructural, la segmentación de los mercados y la emergencia de sectores económicamente marginales al modelo de acumulación, lejos de disiparse, continúan siendo patrones relativamente invariables en la actual etapa económica post-devaluación. Si esto es correcto, el actual modelo macroeconómico difícilmente se constituya en un régimen capaz de absorber en condiciones de ?empleo decente? al conjunto de las fuerzas productivas de la sociedad. A lo sumo, cabe durante los ciclos de expansión de la economía ?como el ocurrido durante el período 2003-2007 en la Argentina- esperar aumentos en el nivel de empleo agregado, con una consecuente caída de la tasa de desocupación abierta y eventuales mejoras en la calidad del empleo en algunos sectores (los más dinámicos), pero sin que ello altere sustantivamente la heterogeneidad sectorial, la segmentación laboral ni la emergencia de sectores marginales a las relaciones sociales de producción dominantes (Salvia, 2007; Salvia, Donza y Vera, 2007). Durante estas fases se incrementan las oportunidades para la explotación de ámbitos de subsistencia económica y asimismo, el control social de los excedentes poblacionales sin mediar un conflicto con los sectores oligopólicos y concentrados por la utilización de los excedentes. Con el objeto de poder evaluar la capacidad de incorporar a la fuerza de trabajo en un ?régimen de pleno empleo? ?tanto por parte del modelo de convertibilidad como del modelo post-devaluación- se comparan los cambios en la estructura económico-ocupacional, centrando el análisis tanto en la calidad de las relaciones laborales como en la composición sectorial de la fuerza de trabajo, así como en la relación entre ambas dimensiones. Este análisis comparativo se aplica sobre cuatro ?ventanas? o momentos ?testigos? del proceso histórico reciente (1998, 2001, 2003 y 2006). Además se analizan el peso relativo del capital humano, la inserción sectorial, entre otras características de los ocupados, en la determinación del nivel de ingresos laborales mediante un ejercicio de regresión. La estrategia metodológica aplicada consistió en el análisis de micro-datos elaborados por la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, correspondientes a los relevamientos de octubre de los años 1998 y 2001 ?modalidad ?EPH puntual? -, y los relevamientos de los segundos semestres de los años 2003 y 2006 -bajo la metodología de la denominada ?EPH continua?-. Dadas las conocidas diferencias metodológicas que presentan ambos tipos de encuestas, se emplearon en este trabajo procedimientos de ajuste sobre los datos de octubre de 1998 y 2001.
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